A inicios de los 90s se retiró la protección que tenía la pequeña agricultura y se liberalizó los mercados, incluyendo el mercado de tierras. Bajo este contexto, la agricultura logró desarrollarse, principalmente por el “boom de la Agro-exportación” (creciendo a un ritmo de 14.5% desde el año 2000), gracias a esto en los últimos años la agricultura ha mostrado gran dinamismo.
Este boom Agroexportador y gran dinamismo de los últimos 20 años, han llevado a la generación de nuevos retos como el encarecimiento de semillas con alto valor genético (Híbridos) y de las tierras productivas; escasez del recurso hídrico, la mano de obra, y los cambios climáticos que afectan entre otros a la sanidad agraria. Frente a estos retos se empezaron a desarrollar y generar el mercado de las PLANTINERAS, que en gran medida surgen como solución a los problemas: de germinación de las semillas, la sanidad de las plantas en sus primeros meses, rentabilidad de la MO, rentabilidad del tiempo de ocupación del terreno agrícola, y por último la escases del recurso hídrico y altos costos de los insumos.
Las exigencias que demanda el mercado Agroexportador, han empujado en primera instancia a la demanda del uso de Plantines, como una práctica agronómica habitual, que con el transcurrir de los años también se ha trasladado a la demanda del mercado agrícola interno. Este crecimiento de las PLANTINERAS a nivel nacional, no han ido de la mano con un desarrollo técnico de las buenas prácticas fitosanitarias que este requiere, y logren garantizar la calidad de las plántulas. Son pocas las empresas que se acerquen a los niveles de las plantineras de los países como: España, México, EEUU, Colombia, Chile y Ecuador, en el contexto regional. Entre los principales retos a enfrentar:
1.- Uso no muy frecuente de malla antiáfida, por el alto costo y desconocimiento del manejo, frente a las temperaturas y ventilación dentro de la plantinera.
2.- Reutilización excesiva de las bandejas germinadoras plásticas, que a la larga conllevan a la propagación de enfermedades radiculares fungosas. La tendencia mundial es no reutilizar las bandejas, usándose las más delgadas o de origen orgánico, teniendo como gran desventaja, por el momento, sus altos costos.
3.- La desinfección de los materiales a utilizar, es otro punto subestimado en el manejo fito- sanitario de la plantinera. Los insumos y métodos correctos a ser utilizados en el proceso de desinfección, son una búsqueda permanente que muchas veces no dan frutos ó creen haber acertado especialmente cuando la antigüedad (e intensidad de uso) de las bandejas es menor a los 2 años, pero cuando este es superado, los problemas empiezan aparecer de forma muy leve, e imperceptible para los millones de plantas que se enraízan, para luego expandirse por toda la plantinera ó plantas susceptibles.
4.- La poca importancia que se le da a la calidad y origen del agua a ser utilizada, cobra mayor relevancia, debido a que es el medio de propagación de enfermedades radiculares entre las celdas y bandejas. Entre las características de la calidad a considerar están el PH: 5.8 – 6.7, salinidad no mayor a 0.25 dS/m, un SAR (peligro de sodio) del agua menor a 10, y obviamente libre de fito-patógenos y nematodos. Para evitar la contaminación, la fuente de agua cobra relevancia, que para este delicado manejo el agua de pozo seria el principal criterio al iniciar la producción de Plantines. Otras opciones de fuentes de agua serían los puquiales, filtraciones ó canales de regadío, pero para estos es necesario considerar los diferentes métodos de filtración y desinfección pero teniendo en cuenta que el resultado de la calidad del agua este dentro de los rangos mencionados.
5.- El escaso conocimiento del manejo técnico del sustrato en sus múltiples presentaciones para los diferentes cultivos y modelos de bandejas germinadoras, limitan alcanzar su mayor potencial de desempeño de este importante insumo. Pues los errores más comunes son el utilizar un solo tipo de sustrato para todos los cultivos y un modelo bandeja para varios cultivos, sin considerar el tipo de cultivo, la forma radicular, el tiempo en la plantinera y por último las características fito-saniarias intrínsecas de cada cultivar.
Concluyendo podemos destacar los principales consideraciones en la producción de Plantines, sea cual sea el objetivo, negocio ó producción interna. La elección de la cubierta y diseño de la Plantinera. Los modelos, tipos y consistencia de las bandejas germinadoras a elegir. La calidad química y fito-sanitaria del agua es mucho más importante y relevante que la forma de riego. Y por último el conocimiento técnico y experiencia de quienes tienen la responsabilidad del manejo integral de todo el proceso de producción, son los principales puntos a considerar para llegar a la calidad de las plántulas y un negocio rentable y sostenido en el tiempo.
DANIEL CERRATE
Ingeniero Agrónomo
Gerente General Sembrando Perú